Los extremos blanco o negro

Los extremos blanco o negro

Hoy continuamos con el tema “Amor” y platicaremos acerca de “Los extremos blanco y negro” Mi nombre es Xitla Moreno Fontes y estoy feliz de que sigas con nosotros.

Dentro del proceso de mejora uno de los grandes despertares que se tienen en la vida es cuando te das cuenta de que la vida está llena de diferentes matices y al conocerlo, comprenderlo y aplicarlo en tu día a día, puedes aprender a amar fácilmente.

Que quiero decir con esto que nuestro cerebro crea conceptos de las cosas desde que nacemos vamos a aprendiendo de los demás y al empezar a hablar vamos marcando y poniendo etiquetas a todo lo que vamos conociendo en la vida: a la persona que nos da de comer el concepto de «mamá», lo que nos lleva de un lado a otro “Auto” y así sucesivamente cada concepto se vuelve nuestra única realidad. Nos limitamos con nuestros conceptos y juicios a creer que, si no lo vemos, no existe y lo que existe es una construcción de nuestra realidad.

Tendemos a tratar de meter a todas las personas, cosas y situaciones dentro de estos conceptos y por lo general nos vamos a los extremos creyendo y creando una vida de blanco o negro y tratando de evitar el ver lo demás. Por ejemplo: conocemos a alguien nuevo y concluimos que es una buena o mala persona, simpático o antipático, buena onda o mala onda, guapo o feo, todos estos son conceptos que nos llevan a los extremos, es la información que seleccionamos ver y no vemos nada más. Esto inclusive pasaba mucho cuando estaba capacitando al personal de ventas de una tienda les costaba describir los productos y se mantenían en: bonito, cómodo, padre y lindo. No salían de estos conceptos que no era lo único que era cada producto, hay cientos de palabras con los que se pueden describir. Un día me di cuenta de que para mí las personas eran: inteligentes o tontas, bonitas o feas, trabajadoras o flojas, limpias o sucias, amables o antipáticos y así como les colocaba un concepto así, esa se volvía mi realidad y así trataba a la gente, las cosas o las situaciones, esta situación es buena o mala. A las personas de ciertas nacionalidades por ejemplo el levantamiento «Black matters», ya que mucha gente tiene el concepto de que, si eres negro, robas, si eres mexicano, eres inmigrante mojado, si eres suizo comes queso y si eres español seguramente preparas una riquísima paella.

La realidad es que no solo hay blanco y negro, hay muchas tonalidades para cada persona, cada situación, cada objeto sino me crees entra en tu computadora a los clores de relleno, luego elige más color y por último la pestaña «personalizar» y te darás cuenta de que inclusive cada color tiene cientos de diferentes matices. Al igual en la vida cada persona tiene muchos, muchos matices y para poderla amar hay que aprender a ver sus diferentes colores y no solo enfocarnos en un solo concepto. Esto también aplica para ti mismo, tu estas lleno de diferentes matices y puedes elegir qué color usar en cada ocasión, y esto es lo hermoso que tú puedes decidir. Hay un concepto que me encantó de cuando estuve practicando el budismo de Nichiren Daishonin que es el concepto de los Diez Mundos en donde se explica que hay estados en cada ser humano que están latentes o sea que están ahí pero no los percibimos y hay estados manifiestos que es lo que proyectamos y manifestamos. Justo así puedes entender cómo salir de los extremos y aprender a amar las diferentes tonalidades.

Dentro de nosotros mismos somos un poquito de todo y que dentro de nosotros hay de cada uno de los opuestos por ejemplo dentro de nosotros existe el amor y el odio, existe la felicidad y la tristeza. Y muchas veces gastamos mucha energía en probar que no tenemos un poco de cada color pero si lo hay para que pueda existir uno debe existir el opuesto. Entiendo que hay toda una gama de colores para cada emoción, situación, persona y nosotros mismos. Por ejemplo, si hablamos de emociones no hay una sola manera de sentirse «Triste» sino que hay múltiples maneras de manifestar la tristeza y muchas veces para la misma situación sentimos una tristeza diferente. Esto nos lleva a aceptar la diversidad que existe en la vida y que en nosotros está el poder ver en los demás sus diferentes tonalidades. La clave aquí está en enseñarle a nuestro cerebro a aprender más conceptos y aprender a ver más conceptos de los demás.

En mi caso tengo todos estos matices entre mis hijas y mis querido sobrinos todos son tan diferentes, pero amo a cada uno de ellos con todos sus diferentes colores. Así te invito que aprendas a distinguir los diferentes matices de los demás y amarlos por lo que ellos son, no por los blanco y negros que tu les has impuesto.

BIBLIOGRAFÍA:

La vida secreta del cerebro. Capitulos 2 y 4, 5 y 11,
Leer todo el libro de «La vida victoriosa» páginas 9 y 10.
Sincrodestino

Comentarios

Aún no hay comentarios. ¿Por qué no comienzas el debate?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *